Treinta y cinco años después de la guerra de Malvinas, 88 familias de caídos en el conflicto que enfrentó a la Argentina con el Reino Unido en 1982 cierran el año con una cuenta pendiente menos: la precisa ubicación de los restos de su ser querido enterrado en el cementerio de Darwin. El proceso comenzó el 2 de abril de 2012, cuando la ex presidenta Cristina Kirchner le pidió pedido al Comité Internacional de la Cruz Roja que interceda ante el Reino Unido para facilitar la identificación de las 121 tumbas de soldados que permanecían sin nombre en Darwin. La próxima etapa del proyecto será organizar un viaje humanitario de los familiares al cementerio de Darwin, que podría darse en abril de 2018.